Os dejo con unas imágenes de lo que fueron las últimas
posbolonizaciones que fueron delirantes y festivas como siempre. También os dejo la acción final que titulé Entierro del posbolonio. Cierro etapa con alegría y agradecimiento
a todos los que estuvieron apoyando. Hasta pronto. Seguiremos creciendo
Entierro del Posbolonio from Raul Díaz on Vimeo.
por los días en que llegó este mensaje estaba pensando qué sería de tu vida... en qué iría lo del CES y lo de la Nebrija...
ResponderEliminarHasta hoy tuve tiempo de leer el post... no puedo evitar sentir algo de la tristeza y la frustración que se lee entre líneas. Digo "algo de" porque sin haber vivido lo que ustedes han padecido en estos últimos años y sin haberme comprometido en nada, como ustedes lo han hecho con esta lucha posbolonia, alcanzo a imaginar la sensación de estar en esa oficina a las 13:40, al día siguiente despedirse del uniforme, con todo lo que éste que representa...
Yo creo que lo más importante, al final, es la dignidad con uno mismo y el amor... nada más... Y ya la vida se encarga de darle a uno mil lecciones y miles de vueltas. Todo es aprendizaje. Es una dura situación pero las grandes creaciones no surgen jamás de los momentos de comfort... así que prepárate porque algo grande se está gestando, solo que aún no sabemos qué.
Gran abrazo y espero con angustia, aunque también con cierto alivio, mi posbolinización!
(Saia)
Querido profesor, leo con muchísima pena la noticia de que te han despedido. No pude ir al evento de Escalera Karakola, pero me gustaría tener la ocasión de vernos otra vez.
ResponderEliminar(...)
Un abrazo
H
Lo siento mucho, Raúl, de veras. Me quedo con lo del "alivio" y con la confianza absoluta en tu manera de conducir tu vida a pesar de las dificultades, como has hecho siempre. La vida es un misterio, sabe dios qué sorpresas nos depararás ahora. Suerte y fuerza.
ResponderEliminarB
Querido Raúl.
ResponderEliminarDesde Jerez, por fin he tenido tiempo para leer tu mensajito.
No te digo ná. Yo, que siempre he estado en los abisales límites académicos y, desde hace dos años, consciente, voluntaria y militantemente fuera.
Y también con esa sensación de alivio y de no seguir alimentando tejemanejes y miserias, que básicamente las he padecido, pero asistir como espectador también tiene su coste.
Ya veremos qué depara el devenir de los días. Por ahora, yo, un par de años después, estoy laboralmente mejor que nunca, y profesionalmente mucho más contento y realizado. Precario también. Pero menos que antes.
Un abrazo, y salud.
J