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Yo y la fachada de la facultad de BBAA de la Complutense |
He estado casi un mes en silencio. Básicamente he estado liado
con mis labores académicas, lecturas de tesis y organizando la convocatoria de
“la complutense en la calle” en mi centro pseudo-complutense. Una iniciativa
que pretende denunciar el deterioro de la educación pública en la universidad y
llama la atención sobre el perverso sistema que se quiere implantar dominado
por la financiación de la empresa privada. Vamos, esencialmente lo que critica
la performance posbolonia.
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Miembros del tribunal con la recien consolidada doctora a mi derecha. |
La propuesta invitaba a realizar una actividad académica
fuera del aula, para sensibilizar, acercar, hacer visible, la labor docente de
la universidad, en un momento especialmente delicado. Nos están, literalmente, ahogando, para dejar sin
competencia a la enseñanza privada, para hacer de la enseñanza un negocio, que
se repartirán los mismos que destruyen lo público. Hasta ahí nada nuevo.
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Presentación del evento en frente del Reina Sofía. Foto Andrea Ayala |
La convocatoria me ha dejado un sabor agridulce y mucho
cansancio. Por un lado ha tenido un apoyo, no muy numeroso pero sí muy importante,
de profesores y alumnos, a los que agradezco de corazón su esfuerzo. Ha
concienciado y creo que ha unido bastante, en un momento realmente árido. Por
otro lado la convocatoria ha sido literalmente boicoteada por aquellos que
dicen defender lo público con argumentos tan ridículos y absurdos que me da
vergüenza ajena exponer. Mucho me temo que todavía hay mucho incompetente y
mucho ignorante, que amparándose en normativas y argumentos absurdos siguen
el juego a aquellos que critican.
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Lectura del manifiesto. Foto Andrea Ayala |
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Chus presentando el acto. Foto Andrea Ayala |
Vivimos literalmente paralizados por una mezcla de apatía,
miedo e incapacidad para movilizarnos. No somos capaces de convenir unos planteamientos
mínimos y menos de defenderlos. Me desespero, porque teniendo la información y
los medios necesarios, no somos capaces de reaccionar. Siento la sensación de
que se me acaban las fuerzas para luchar por los bienes comunes, ya que noto que
son muy pocos los que están dispuestos a sacrificarse. Cada vez más, creo que
al final, la mayoría se merece lo que tiene. Y siento rabia, porque me roban también
lo que es mió. Cada vez más empieza a crecer la necesidad de largarme del país,
irme a Europa, o más lejos, ya que nosotros nunca lo fuimos. Para lo bueno y lo malo estamos más cerca de África que de Europa.
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Yo pensativo y con aire tristón |
Casi hace un año que me uní a la performance “con el
uniforme posbolonio”. El día a día
es duro, durísimo. Odio el uniforme, pero pienso que después de lo vivido este
año, cada vez es más necesario. Creo que ya tengo meditado y decidido que el
posbolonio Raúl continúa indefinidamente.
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Raúl desenfocado |